Con tan solo una maleta cargada de juegos y una habilidad de palabra prodigiosa, Oswaldo Felipe se metió en el bolsillo incluso al público adulto
Aínsa, 12 de Julio.- El foso del Castillo volvió a ser el espacio donde el mundo de la cultura y el espectáculo de proximidad se lucen este verano en Aínsa. En la cuarta jornada del festival llegó el turno de niños y niñas gracias a la compañía aragonesa de teatro y animación PAI y sus “Cuentos Colorados”, una actuación con adivinanzas, trabalenguas e historias breves para las que fue indispensable la colaboración del público.
Aunque el inicio no se esperaba hasta las 20:30h, todos aquellos asistentes que se acercaron antes a ocupar sus asientos fueron recibidos por Geles y Valle, dos acomodadoras de lo más simpáticas y ocurrentes que no escatimaron en bromas para hacer la espera más llevadera. Posteriormente se integraron en el patio de butacas solicitando a Oswaldo, entre cuento y cuento, la historia de “La vaca Victoria”, que nunca terminaba de llegar, generando una expectación que se hizo de rogar hasta el final.
El número comenzaba sobre las 20:45h al ritmo de un “grafitófono” y la historia de un hombre que estaba buscando su suerte. Este hombre, explicaba Oswaldo, tuvo tanta suerte que lo último que se supo de él es que acabó en el foso del Castillo de Aínsa contando la historia de un hombre que buscaba su suerte. Tras esta presentación llegaron las adivinanzas, los cuentos que parecían trabalenguas y las poesías completadas con las aportaciones de los más jóvenes. Así, supimos que un bocadillo puede ser de regaliz o que un lagarto puede llamarse Pancho. El animador no cesaba en sus malabares con objetos y con palabras, sorprendiendo tanto a mayores como a pequeños, estos últimos los más exigentes.
Oswaldo Felipe y la compañía PAI llegaban tras un viernes cargado de humor de la mano del zaragozano Diego Peña, y han precedido al último espectáculo del fin de semana que correrá a cargo de la colombiana Urpi Barco. Todas estas propuestas están resultando gratuitas para los interesados gracias al incisivo trabajo emprendido por el Ayuntamiento, que ha logrado aglutinar diversos apoyos (el patrocinio de la Diputación Provincial de Huesca, la colaboración de la Comarca de Sobrarbe y ZZ Producciónes y la dirección artística de Paco Paricio, de los Titiriteros de Binéfar) para sacar adelante la trigésima edición del evento.