Aínsa, 4 de junio.- El atractivo de la Villa Medieval y su entorno, la oferta cultural que cada año -y ya van treinta y dos- ofrece el Festival Castillo de Aínsa, y el catálogo de rutas de BTT en constante crecimiento gracias a la asociación empresarial Zona Zero Pirineos, se alían este verano para ofrecer una completa y atractiva experiencia de ocio en el pirineo aragonés.

De esta manera, y a menos de un mes para que dé comienzo el evento que abre oficialmente la temporada estival, Zona Zero contribuirá con la promoción sorteando, a través de sus redes sociales, dos bonos de conciertos. El sorteo se llevará a cabo a través de su cuenta de Instagram @zonazeropirineos del miércoles 8 de junio al domingo 12. Además, entre las personas que adquieran un bono del Festival hasta el 17 de junio se sorteará una equipación deportiva de la asociación ainsetana que consistirá en una camiseta técnica de la marca Adidas, una gorra y una mochila.

El bono del festival, valorado en 35 euros, incluye los conciertos de Hot Hands, Eric Gales, Hermanos Cubero, Trivium Klezmer, Almalé, Ixeya, Coral de Sobrarbe, Zaruk, Ana Diáfana e Iñaki Zuazu, María Arnal i Marcel Bagés, La Escoria Oriental, Los Mambo Jambo, Miguel Lardiés y Olga y los Ministriles. En total los catorce espectáculos de pago, excluyendo únicamente la noche de Morgan y las actuaciones que acoge la Casa de los Títeres como nueva sede del Festival.

El objetivo de esta acción colaborativa es mostrar Aínsa como un lugar polivalente, donde los amantes de la música en vivo pueden ser a la vez los deportistas más aventureros y satisfacer sus inquietudes en único destino vacacional. Y es que una mañana de ruta en bicicleta para alcanzar panorámicas de ensueño y sentir la adrenalina en los descensos se complementa perfectamente con una visita turística al caso antiguo por la tarde, un aperitivo en el cruce o un concierto para cerrar la noche en el foso del Castillo.

Conjugar el turismo con el patrimonio, la actividad cultural, el deporte, la naturaleza y la sostenibilidad son objetivos en los que Aínsa lleva trabajando desde hace años con la colaboración de diferentes organismos. Las señas de identidad de Zona Zero Pirineos y el Festival Castillo de Aínsa van en consonancia en ese sentido, poniendo en valor lo local, el apego o el respecto a la tierra, pero incidiendo también en su difusión y conservación para dinamizar la economía en el territorio.

Un verano de deporte y música en Aínsa

Este año el Festival Castillo de Aínsa, que se desarrollará del 2 al 30 de julio, ha redoblado esfuerzos para diseñar una programación más extensa, incluyendo propuestas en días laborables y combinando actividades gratuitas con otras de pago a precios populares. Así, el bono de 35 euros para ocho noches de conciertos y un bono joven para menores de 18 años a un precio de 20 son las novedades más destacadas en la trigésimo segunda edición. Por otro lado, hasta el próximo 30 de junio se pueden adquirir las entradas individuales a precios reducidos desde tan solo cinco euros, y alternar la música con el teatro o las exposiciones.

En el caso de Zona Zero Pirineos, después de un año de intenso trabajo en el que el crecimiento y la mejora de rutas e infraestructuras BTT ha sido especialmente significativo, la oferta estival para los y las amantes de la bicicleta de montaña y, en especial, de la modalidad de enduro es, si no infinita, sí que adaptable a todos los gustos, niveles y edades.

Con la retirada de las últimas nieves, en los sectores más septentrionales como Bielsa-Chistau o Río Ara, vuelven a brillar las rutas de cicloalpinismo como una opción perfecta para escapar del calor, aunque las grandes rutas clásicas de enduro en los sectores de La Fueva, Zona Centro y Sierra de Arbe, el último en incorporarse a esta gran familia, seguro continuarán siendo el destino favorito de muchos ciclistas que aprovecharán las primeras horas de la mañana para llevarse el mejor recuerdo de su paso por Zona Zero Pirineos.

Además, para los más pequeños regresa el campus de verano, un proyecto desde el cual se pretende inculcar a los más pequeños el respeto por el territorio y el medio natural, mientras desarrollan y mejoran sus habilidades sobre la bicicleta.

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