Más de 200 personas disfrutaron en el foso del Castillo con la habilidad instrumental de Diego Galaz y Jorge Arribas

Aínsa, 6 de Julio.- El foso del Castillo fue testigo de la segunda noche del Festival, un espacio previsto para recibir a más de 200 personas que ocuparon, al igual que en la jornada anterior, sus respectivos asientos de manera ordenada y sin incidentes. “Fetén Fetén” retomaba en la localidad sobrarbense su encomiable labor sobre los escenarios tras meses sin poder trabajar debido a la pandemia. Visiblemente emocionados, agradecieron al público el cariñoso recibimiento y animaron a los asistentes a disfrutar, un verano más, de la cultura, sin miedo pero con la responsabilidad imprescindible en estos tiempos.

La actuación comezó sobre las 22:00h con los sonidos del acordeón de Jorge Arribas y el violín de Diego Galaz, pero a lo largo de la noche se fueron sumando artilugios de lo más diversos y originales. Y es que este dúo burgalés es capaz de hacer sonar materiales de todo tipo: huesos, pajitas, sartenes, botellas, una silla de camping, un serrucho o, incluso, un par de cucharas con las que tocaron una jota. Con cada tema, además, un mensaje claro: la necesidad de recuperar la forma de divertirse de antaño, reciclando utensilios de casa y creando formas de ocio que nada tienen que ver con el consumismo al que parece que estamos abocados.

El concierto finalizó cerca de las 23:30h tras un último tema en el que los artistas pasearon entre el público, provistos de sus mascarillas y sus instrumentos, y solicitando la ayuda de los asistentes, que participaron en la despedida creando un telón de fondo a base de silbidos. La salida del recinto, al igual que la entrada, se produjo de forma escalonada y ejemplar, demostrando que sacar adelante el festival ha sido todo un acierto.

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